Sobre John McConnell

El Comienzo

Mi esposa Audrey y yo nos jubilamos y nos mudamos a Grand Junction desde Los Alamos, NM en noviembre de 1990. Yo ejercía como físico en LAMPF (Los Alamos Meson Physics Facility), y antes de eso, el fui el Reactor de Investigación de Laboratorio de Ames en la Iowa State University. Tenía la intención de ir a mi taller y tallar madera con mi torno. Eso cambió cuando mi vecino me pidió que lo ayudara con una competencia de Odyssey of the Mind en la primaria Wingate, en enero de 1992. Mientras estaba ahí, Tom Parrish, el director, me preguntó si podía ayudar a un profesor, Gerry Wigent, que estaba buscando a alguien para que lo ayude con sus clases de ciencia. Ni bien comencé, rápidamente me enganché con inspirar a la joven generación. Comencé llevando de tres a cinco niños del salón a la vez para trabajar en diversos proyectos con ellos, mientras Audrey ayudaba a otros niños en la biblioteca.

Esto comenzó a crecer, extendiéndose a otras escuelas en el distrito. Comencé a construir y armar exhibiciones y demostraciones para transportar en mi auto. Fue simplemente emocionante ver la reacción de los niños al llevar a cabo pequeños experimentos. ¿Qué podría ser mejor que "wow miren el mío" o gritos de "los míos se mueven" al frotar un paño sobre una tapa de plástico de una ensaladera con Cheerios o Rice Krispies bailando debido a la electricidad estática? A los niños les encantaba tener algo que llevar a casa, guardar y mostrarles a sus padres. Esto implicaba comprar material para regalar, como tubería de PVC para electricidad estática, tapas de ensaladeras junto a la caja, y clips para papel, y hacer piezas para los electroscopios para que puedan ensamblarse. Fue en estos primeros años que adopté y utilicé el acrónimo SITHOK, Science In The Hands of Kids (Ciencia en las Manos de los Niños).

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Ciencia en el camino

Al venir de una pequeña escuela en el campo de una sola habitación ubicada en el sureste de Nebraska, realmente quería llevar mi espectáculo a lugares como Maybell, Norwood, Nucla, Naturita y Ouray, entre otros. Realmente quería ir y ya que estas escuelas no me conocían, les escribí y expliqué lo que traería para los niños, y que no sería un gasto para la escuela. Fuimos a las escuelas con entusiasmo y anticipación con nuestros experimentos. Audrey vino muchas veces conmigo para ayudarme. El observar las reacciones de los estudiantes me sirvió como inspiración para mis creaciones. Estaban fascinados por la ciencia y las actividades prácticas, las cuales son una herramienta de aprendizaje importante. Sus cartas de agradecimiento fueron asombrosas, ilustraron el amplio interés que tenían. Me encanta hacer demostraciones científicas y matemáticas con burbujas de jabón, y adquirí el nombre de Señor Burbujas en Appleton Elementary. Este espectáculo en el camino continuó hasta 1998.

Otro hecho que marcó mi vida fue el que ocurrió en septiembre de 1992. Me pidieron que ayudara a un niño tímido de tercer grado, Ryan Patterson, que estaba aburrido de la escuela. Quería quedarse en casa y jugar con sus robots Scorch y Chip. Lo conocí en su casa, me mostró su taller, los robots que había construido, y era obvio para mí que este niño quería que alguien compartiera su pasión por la electricidad y la electrónica con él. Después de todo, lo único que quiso para Navidad a los tres años, era un cable de extensión que sus padres le dieron. Ese cable fue a todas partes con él, a la cama, a la casa de la abuela e incluso de compras. Sentí que tenía que ser el mentor de este chico, y de hecho éramos una "pareja" como se se diría en Intel Education: una "pareja perfecta". Comenzó a venir a nuestra casa todos los sábados durante todo el día durante siete o ocho años. No había visto antes a un chico como este, en tal solo en tercer grado, se sentaba a trabajar a las nueve de la mañana y aún estaba allí a las cinco, solo parando para almorzar.

En mi taller, realizamos actividades prácticas, como la construcción de robots y circuitos electrónicos, que ayudaron a Ryan a comprender los conceptos básicos de la ingeniería eléctrica. Al mismo tiempo, estaba demostrando lo que significa ser científico, involucrándolo en el proceso de hacer preguntas y buscar respuestas. Lo sacamos de la escuela durante una semana en quinto grado para participar en la competencia de robótica de Santa Fe, NM, y nuevamente en sexto grado para la competencia en Calgary, Canadá. En séptimo grado comenzó con la competencia de la Feria de Ciencias, que culminó con una pasantía de ocho semanas, con tan solo 14 años, en una empresa de diseño electrónico en Nueva Orleans, y luego el Gran Premio en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería, que incluyó un viaje de una semana a los Premios Nobel en el 2001. Diseñó y construyó un guante para traducir el lenguaje de señas estadounidense a la palabra escrita y hablada. También ganó $ 100,000 en la competencia Siemens Westinghouse y otros $ 100,000 en la de Intel Talent Search. En sus años de secundaria y preparatoria ganó todas las principales competencias de ciencias en los Estados Unidos, obteniendo un total de $ 500,000 en efectivo y becas.

El lugar que ahora llamo hogar

Pasar tiempo con Ryan, Wingate y los niños durante todo este tiempo me hizo ver el valor de la educación práctica en matemáticas y ciencias, en los niveles de primaria y secundaria. También tenía el deseo de ofrecer talleres para maestros, ya que esto tendría un efecto multiplicador. En 1998, mientras visitaba a Tom Parrish en Wingate Elementary, expresé mi deseo de tener un lugar permanente donde pudiera tener muchas más exhibiciones para los estudiantes. Tom dijo: "Tengo un aula abierta, ¿qué tal si traes tus exhibiciones ahí?" Oh wow, eso fue música para mis oídos. Inmediatamente recaudamos algunos fondos, compramos mesas plegables, estaba muy entusiasmado construyendo exhibiciones, y finalmente inauguramos el "Sci-Tech Exploratorium". Incluso añadimos señalización en braille para un estudiante de Wingate. La exhibición de relámpagos y truenos en la pared construida por Ryan tuvo que usarse con moderación para no distraer a las clases cercanas. Fue realmente increíble, las excursiones de clase comenzaron a llegar a Wingate. Supongo que se podría decir que aún buscaba más, así que le pregunté al distrito escolar "¿No tienen algún espacio para poder hacer esto más grande?" En la primavera de 1999, Tom Parrish, Penny Teeters y yo fuimos al viejo edificio de la escuela Columbus y conocí a la asistente de la superintendencia. Ella dijo: "Aquí está tu espacio, haz lo tuyo". Así nació lo que llamé "Western Colorado Math & Science Center". En ese entonces, ya estaba encaminado para "hacer lo mío".

Trasladar el Sci-Tech Exploratorium y construir nuevas exhibiciones durante el verano de 1999 preparó el Western Colorado Math and Science Center para las primeras visitas en enero de 2000. Con la ayuda de maravillosos voluntarios y la ayuda de la comunidad, comenzamos a recibir miles de estudiantes, teniendo un público entre 3 y 93 años de edad. Proporcionamos más de 160 exhibiciones prácticas para la exploración de ciencias, matemáticas e ingeniería con el fin de tener un público mejor informado. Comenzamos a ver excursiones de escuelas de hasta 160 millas de distancia, con grupos de más de 100. Estaba emocionado de tener mi propia sala de conferencias para presentarles y mostrarles la ciencia en demostraciones y prácticas, creando asombro y entusiasmo. Mi requisito era un docente por cada cinco estudiantes, compuesto por una maravillosa banda de voluntarios. Brindamos clases y talleres para maestros y campamentos de verano para estudiantes.

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Me retrasé un poco con la cirugía de cáncer de pulmón y la quimioterapia en 2007 - 2008. Audrey había trabajado incansablemente conmigo durante todos estos años como voluntaria y queríamos un poco de descanso. En el 2009 contratamos al primer director remunerado. La Junta de Directores cambió el nombre al "John McConnell Math and Science Center". Tenía el deseo de llevar la ciencia de vuelta al camino, por lo que Audrey y yo, a los 80 años, tomamos una nueva camioneta llena de actividades científicas para escuelas enteras en Colorado. Íbamos por una semana, volvíamos a casa por una semana para reabastecernos y descansar, y salíamos nuevamente a ver hasta 800 niños en una semana por un período de dos años. Cuando algunos estudiantes se acercaban a Audrey, la abrazaban y le decían: "este es el mejor día de mi vida", sabíamos que valía la pena. Todo ha sido un trabajo de amor.

Estamos muy contentos de ver que el Centro ha sido renombrado a EUREKA! McConnell Science Museum y se ha expandido a la Colorado Mesa University. Creemos que es una gran promesa para el futuro de los estudiantes, el personal y el público.